Una de las preguntas que se hacen los empresarios con mayor frecuencia es: “¿Cómo decido los precios de mis productos o servicios?”
Hay muchas formas de discutir y filosofar en torno a esta pregunta, pero yo tiendo a ser práctica: La respuesta con la que yo acabo siempre cuando me hago esa pregunta es: ¡YO DECIDO! Yo decido cuál es el precio correcto para mis productos y servicios, pero no hay una forma objetiva y absoluta de zanjar la cuestión:¿Cómo le puedes poner un precio a tu tiempo?
¿Cómo le puedes poner un precio a tu creatividad, al cariño que pones en tu trabajo?
¿Cómo puedes ponerle un precio al valor que das a tus clientes? Recuerda: ¡Tu cliente es el que siempre determina el valor que ofreces! Y así volvemos a empezar… ¿cómo decido un precio?
Consejos prácticos con respecto a decidir los precios:
Como dueño de un negocio estás en la posición privilegiada de decidir para quién trabajas, y cómo quieres q sea la experiencia de tus clientes contigo. Así, tu mercado objetivo está definido de forma concreta, conoces bien a tus clientes y tu volumen de operaciones es lo suficientemente pequeño como para responder con rapidez y excelencia a las peticiones de tus clientes. Aprovecha este terreno de juego para desmarcarte de todos los demás proveedores que siguen la Ley del Mínimo Esfuerzo y se conforman con hacer lo que todos hacen porque está dentro de su zona de confort. Aprovecha que no estás atado a regulaciones y normas encorsetadas y sé flexible y rápido en adaptarte según sea necesario. Recuerda que hay clientes dispuestos a pagar un poco más por una experiencia excelente y tú puedes encontrarlos. Dales la sensación de que los conoces, de que entiendes sus retos y dificultades, sus preocupaciones, sus necesidades y sus deseos. Demuestra que realmente te importan y no rechistarán cuando les des un precio más alto que otros que pueden ser más mediocres. Al contrario, estarán dispuestos a pagar más por una gran experiencia contigo. 3. Pon un precio más alto del que crees que puedes Estoy dispuesta a arriesgarme a decir que si yo analizara tus precios, como hacemos en nuestras formaciones presenciales, 9 de cada 10 veces encontraría que estás cobrando menos de lo que tus clientes están dispuestos a pagar. La cuestión es cómo identificar ese precio que no parece ni demasiado caro ni demasiado barato. La solución: dales un punto de referencia. A menudo, cuando das a tus clientes demasiadas opciones, pierdes ventas.
Pero si ofreces el producto o servicio que quieres que compren (porque es el que sabes que más se ajusta a lo que buscan), ponlo junto a una segunda opción que parezca mucho más cara o con una relación calidad-precio menor. Y finalmente… 4. Posicionamiento La realidad es que para poner el precio correcto has de entender la psicología humana. Tiene todo que ver con cómo posicionas tu producto o servicio y su precio a ojos de tus clientes. La cuestión es que ellos han de SENTIR que les estás ofreciendo un fantástico TRATO. Para esto hay una regla simple: La regla del 100%. Suena místico, pero te doy un ejemplo: Digamos que vendes un jarrón por 20€. ¿Qué suena como un mejor trato: un descuento del 50% o un descuento de 10€? Estoy segura de que estás de acuerdo conmigo con que un descuento del 50% suena mucho mejor. En realidad, ambos significan lo mismo, en ambos casos sólo pagas 10€ por el jarrón. Pero digamos que vendes un programa de consultoría por 1500€. ¿Qué sería mejor: un descuento del 50% o un descuento de 750€? ¡Seguro que estás de acuerdo que el descuento de 750€ suena mucho mejor! Esa es la regla del 100%: Por debajo de 100€, posiciona tus ofertas en porcentaje, y por encima de 100€, posiciona tus ofertas en términos de la cantidad de dinero que se ahorran. ¡Y ahora te toca a ti…! ¿Cuál es tu experiencia? ¿Qué tácticas de precios han funcionado para ti y cuáles no? Danos tus consejos, sugerencias e impresiones para ayudarnos a poner precios atractivos y rentables. Escribe tus ideas en la zona de comentarios más abajo. Imagen | FreeDigitalPhotos