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¿Realmente necesito una app móvil para mi negocio?

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Analizamos distintos factores a valorar al crear una app móvil: la alternativa de una web responsive o adaptada, las opciones gratuitas para crear tu app y las cosas que debes tener en cuenta si encargas tu proyecto app

Actualizado el 3 de diciembre de 2021

6 minutos de lectura

Por Infoautónomos

Las apps móviles se han hecho muy populares en los últimos tiempos, debido al enorme auge en el uso de Smartphones. Evidentemente todo negocio quiere estar presente en estos dispositivos, pero ¿de qué forma? Mucha gente se lanza a contratar la creación de una app móvil, para que su negocio “salga” en los Smartphones, sin realmente valorar otras posibilidades.

Antes que una app móvil, una web responsiva o adaptada a móvil

La web responsiva es aquella que adapta su maquetación al dispositivo donde la estemos viendo. Si vemos la web en un ordenador de sobremesa, se verá de una forma, en un tablet de otra, y en un móvil de otra; estos cambios se producen para mantener la legibilidad de los datos. Antiguamente cuando no había web responsiva, si se veía la web en un móvil, se veía la misma web que en un ordenador de sobremesa pero en pequeño, con lo cual no se podía leer nada, había que ir jugando con el zoom. Ahora la web responsiva permite que la web siga siendo legible en cualquier dispositivo manteniendo la usabilidad.

Todas las plantillas modernas son responsivas, independientemente del desarrollo que hayamos usado para nuestra web (WordPress, Prestashop, etc…)

Por lo tanto, la presencia de nuestro negocio en un Smartphone puede empezar por tener una web responsiva.

Otra posibilidad , en vez de tener una única web que se adapta a los dispositivos, es tener dos webs, una la versión para pantallas grandes y otra especialmente hecha para móvil. Esta práctica está en desuso en favor de la opción responsiva.

Pero para muchos, la web responsiva no es suficiente, no les vale con que el usuario tenga que entrar en el navegador del móvil para ver su web, si no que quieren presencia en el escritorio del móvil, “tener el icono con el nombre”. Esto solo se consigue haciendo una app.

Las licencias de publicación

Antes de encargar el desarrollo de la app, tenemos que comprar una licencia de desarrollador tanto en Apple Appstore como en Google Play. Seas o no desarrollador, se necesita esta licencia para publicar. Es cierto que la app se puede publicar bajo la licencia de otra persona (por ejemplo, del programador que nos hará la app), pero entonces saldría esa persona como autor de la app; si eso no nos importa, es un gasto que nos ahorramos. Recordar que la licencia de Google Play es un pago único, pero la de Appstore es un pago anual, y si dejas de pagar, te “despublican” todas tus apps hasta que pagues.

Mi web enjaulada en una app

Esta es una práctica muy usada últimamente, y consiste crear una app cuya única opción es mostrar la web móvil o responsiva del usuario. Este desarrollo puede salir incluso gratis, ya que existen muchos generadores gratuitos de este tipo de desarrollos, como por ejemplo Mobincube. Eso sí, esta práctica solo está permitida en Google Play, no en Appstore.

En resumen, se trata solo de un “visor de web publicable”. Tendrás el icono en el escritorio del móvil, pero cuando los usuarios entren en la app, solo verán tu web, nada más.

Si realmente queremos una app, o sea un desarrollo que aproveche las capacidades del teléfono móvil (geolocalización, cámara, giroscopio, micrófono), tenemos que encargar la programación de una app real.

Mi app gratis generada online

Ya que mencionamos páginas como Mobincube, existen multitud de webs que te generan gratis la app online; disponen de un asistente donde vas poniendo los apartados en tu app que más te interesan, y al finalizar, te puedes descargar un binario que puedes publicar (en el caso de la Apple Appstore, es algo más complejo, pero también funciona).

El problema es que el resultado es algo pobre, genérico, limitado, y casi siempre suele tratarse de webapps (sobre este concepto ver más adelante). Para muchas personas que solo quieren tener su app publicada y poco más, puede ser más que suficiente. Pero si queremos una app con un aspecto gráfico y funcional bien trabajado, que destaque entre las demás, tenemos que encargar su desarrollo a un profesional.

Cosas a tener en cuenta al encargar el proyecto de una app

Lo primero, y esto vale para cualquier proyecto (web, tienda online, etc…), debemos escribir un documento donde se detalle exactamente lo que queremos. Para ello, es conveniente instalar muchas apps parecidas a lo que nosotros tenemos en mente, y estudiar todas las opciones que traen.

Una vez tenemos ese documento, el siguiente paso es buscar un buen profesional autónomo o empresa que tenga amplia experiencia en el tema. Y por supuesto, pedir varios presupuestos, no quedarse con el primero.

Es importante contratar a la gente adecuada, porque hay que tener en cuenta que en el momento que publicas una app, tu app está expuesta a las valoraciones y comentarios de todos los usuarios, valoraciones que aparecerán en la página de descarga de la propia app, y si tu app tiene errores, los comentarios negativos se sucederán, lo que será un enorme impacto negativo, dado que por ejemplo, en la Appstore de Apple, los comentarios negativos no se pueden borrar ni rebatir (por suerte en la tienda de Google los comentarios negativos se pueden rebatir, pero solo los puede borrar quien los puso).

Por lo tanto, si la idea es contratar un desarrollador sin experiencia “porque es más económico”, tenemos que afrontar el riesgo que ello conlleva.

La persona o empresa con la que contactemos, debe comprometerse a hacer todo lo que pedimos en el documento de especificaciones; si quiere cambiar o quitar alguna cosa, debe decirnos claramente la razón de ello.

Otra cosa que recomiendo es preguntar qué tipo de desarrollo nos van a realizar. Se suelen hacer dos tipos:

  • Webapp híbrida: Realizados de manera similar a las páginas web, son más baratos de desarrollar ya que son multiplataforma, pero también son algo más lentos y no aprovechan al 100% las capacidades del móvil.
  • App nativa: Realizado con los entornos de desarrollo nativos de cada plataforma (iOS, Android, etc…), son más caros ya que su desarrollo es más complejo y además hay que hacer uno distinto para cada plataforma, pero son los más rápidos y aprovechan al 100% las capacidades del móvil.

Evidentemente si el presupuesto que nos envían es “abultado” y nos van a hacer una webapp, algo no cuadra. También es cierto que en el precio influyen muchos otros factores, de ahí la conveniencia de pedir muchos presupuestos y comparar.

El origen de los datos

Cuando encarguemos el desarrollo de la app, si esta obtiene la información que maneja de una fuente externa a través de Internet, que es la mayoría de las veces, no solo hay que hacer la app en sí, sino que debemos disponer de una base de datos con la información, un gestor de contenidos para administrar esos datos, y unos webservices, que son scripts que ponen en contacto la app con esos datos. Si no disponemos de nada de eso, todo eso debe aparecer en el presupuesto que nos envíen, detallando su coste. Hay que tener en cuenta que el desarrollador puede optar por crear todo esto el mismo, con sus propias herramientas, o bien proponer la utilización de herramientas de pago de terceros, como por ejemplo parse.com

El ámbito de la aplicación

Otro factor a tener en cuenta es para quien hacemos la app. Es una app para promocionar nuestro negocio, eso está claro, pero muchas veces solo queremos que la usen los clientes del negocio, por lo que no necesitamos publicitarla, bastará poner un aviso en nuestro negocio o página web para que se la descarguen, por ejemplo via QR-Code.

Pero si queremos que la app la use todo el mundo, tendremos que promocionarla, porque si solo la publicamos, pero no hacemos ninguna promoción, nadie la verá, ya que diariamente se publican cientos de apps. En este sentido, si se hace una buena promoción, nos habremos gastado en ella más de lo que cuesta el desarrollo de la propia app.

Resumen

Antes de afrontar el gasto que implica el desarrollo de una app, debemos plantearnos si realmente la necesitamos, no dejarse llevar por las modas. Tal vez mejorar nuestra web y hacerla amigable al móvil sea una solución más barata y efectiva para nuestro propósito.

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