Aunque el colectivo de los trabajadores autónomos no somos de los más afectados por los accidentes laborales, sí se nos considera el «eslabón más débil» a la hora de enfrentarnos a la complicada normativa relacionada con la Prevención de Riesgos (al menos así lo afirma Miguel Ángel Díez Mediavilla, director general de trabajo de la Junta de Castilla y León).
Por eso se está celebrando como una iniciativa muy positiva la edición en Castilla y León de una guía de prevención de riesgos laborales para autónomos sin trabajadores. Hay que decir que la Junta de Andalucía ya colaboró para publicar un manual de prevención de riesgos laborales para el trabajador autónomo.
La CECALE (Confederación de Organizaciones Empresriales de Castilla y León) ha editado 7.000 ejemplares gracias a la financiación de la Junta de Castilla y León. Se presentó hace pocos días, y no parece que haya versión pdf disponible en Internet. En principio los que se han editado se irán distribuyendo entre sus asociados (de Cecale) y en cursos y seminarios.
¿Cuáles son las principales situaciones de riesgo que se señalan como más importantes a tener en cuenta? caídas, derrumbamientos, choques, exposición a sustancias corrosivas o temperaturas extremas, atropellos o contaminaciones biológicas.
La mayoría de los accidentes de autónomos se producen en el sector de la construcción. En cambio los más trágicos (con resultado de muerte) ocurren con mayor frecuencia en la agricultura.
Díez también recordó que el Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo ha puesto en marcha una «línea de apoyo» a las micropymes de menos de diez trabajadores para que puedan evaluar, a través de Internet, su grado de cumplimiento en materia de prevención de riesgos. El asesoramiento y la resolución de dudas una vez hecho el análisis corre a cargo de técnicos de la Junta.
Es importante comprender e interiorizar la necesidad de ver la formación en riesgos laborales como una inversión.