En este artículo te vamos a explicar:
- ¿Qué es y para qué sirve el patrimonio neto?
- Principales características del patrimonio neto
- ¿Cómo se calcula el patrimonio neto?
- Diferencias entre recursos propios y fondos propios
- Ejemplo de patrimonio neto de una empresa
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1. ¿Qué es y para qué sirve el patrimonio neto?
El patrimonio neto es la parte de la empresa que pertenece a sus dueños o socios, una vez restadas todas las deudas.
Dicho de otra forma, es la diferencia entre lo que la empresa posee (activos) y lo que debe (pasivos).
Si los activos superan a las deudas, la empresa tiene un patrimonio neto positivo. Y si ocurre lo contrario, será negativo.
Este concepto es importante porque refleja la “salud financiera” de tu empresa.
Un patrimonio neto sólido va a transmitir confianza a inversores, bancos y proveedores, ya que muestra la capacidad de la empresa para responder a sus compromisos y sostener su actividad en el tiempo.
Además, sirve como base para la distribución de beneficios, la valoración de la empresa en operaciones de compraventa y la toma de decisiones estratégicas.
También permite evaluar el crecimiento a lo largo de los años, comparando cómo se incrementa o disminuye el capital propio.
El patrimonio neto viene a ser una especie de “termómetro económico” que se alimenta de tu balance de situación, mostrándote cuánto vale realmente tu empresa y qué margen tienes para invertir, crecer o resistir momentos difíciles.
2. Principales características del patrimonio neto
Las características más relevantes son:
- El patrimonio neto es variable: a lo mejor ahora puede que tengas varias deudas a las que hacer frente, pero esto puede cambiar en el futuro. Por lo tanto, es crucial calcular el patrimonio neto cada cierto tiempo para ver en qué situación se encuentra el negocio y, así, tomar mejores decisiones.
- Mide tu progreso financiero: calcular periódicamente tu patrimonio neto te permite comprobar si estás mejorando o si aún necesitas hacer ajustes. El objetivo es avanzar hacia un patrimonio neto positivo, evitando caer en números rojos.
Si eres autónomo y decides crear una sociedad, el patrimonio neto te ayudará a ver qué parte de la empresa corresponde a cada socio.
Y también te mostrará el capital que cada uno ha aportado, los beneficios o pérdidas obtenidos en cada ejercicio y cómo evoluciona el negocio con el tiempo.
3. ¿Cómo se calcula el patrimonio neto?
Como ya hemos mencionado, el patrimonio neto se obtiene restando el pasivo total al activo de la empresa.
Vamos a ver cada uno de estos elementos por separado:
- Activos: son aquellos recursos de los que dispone la empresa para el desarrollo de su actividad. Puede ser un local que hayas comprado, maquinaria en la que hayas invertido para ejercer tu actividad económica, coche, dinero en el banco así como , deudas de terceros contigo, por ejemplo de clientes.
- Pasivos: aquí estarían las deudas contraídas con proveedores o terceros, los créditos que le hayas podido pedir al banco para empezar tu andadura profesional, entre otras. Estos pasivos se restan al total de tus activos.
¿Qué significa tener un patrimonio neto negativo o desequilibrio patrimonial?
Cuando calculas el patrimonio neto y los pasivos superan a los activos, entonces el resultado será un patrimonio neto negativo que conlleva la quiebra técnica de la sociedad y exige por Ley soluciones inmediatas.
Esta es una señal de alarma, que generalmente se debe a que puede que hayas acumulado deudas excesivas o que hayas acumulado varias pérdidas económicas.
En realidad, la señal de alarma debe saltar antes, porque en el momento en el que el patrimonio neto está por debajo de la mitad del capital social, la Ley considera que existe una situación de desequilibrio patrimonial a la que los responsables de la sociedad deben poner remedio de manera inmediata, a corto plazo.
Ello implica reorientar la gestión financiera, probablemente mediante una ampliación de capital, préstamos participativos o una reducción de capital social para ajustarlo al valor real de la empresa.
4. Diferencias entre recursos propios y fondos propios
Aunque muchas veces se usan como sinónimos, los recursos propios y los fondos propios no significan exactamente lo mismo.
Los fondos propios hacen referencia, de manera más estricta, al capital social que han aportado los socios o accionistas, junto con las reservas generadas por los beneficios que la empresa ha decidido no repartir.
Es decir, representan el “dinero de la casa”, que forma parte del patrimonio neto y que garantiza la estabilidad de la empresa.
Por otro lado, los recursos propios tienen un alcance más amplio.
Incluyen no solo los fondos propios, sino también otros elementos que refuerzan la capacidad financiera de la empresa, como las subvenciones recibidas o determinados ajustes contables.
Así, los recursos propios ofrecen una visión más completa del respaldo financiero de la empresa.
Los fondos propios son, por tanto, una parte de los recursos propios.
Por tanto, mientras los fondos propios se centran en las aportaciones de los socios y las reservas, los recursos propios abarcan todo aquello que aumenta la solidez de la empresa sin depender de deudas externas.
Conocer esta diferencia te va a ayudar a interpretar mejor tus cuentas y la situación real de tu negocio.
5. Ejemplo de patrimonio neto de una empresa
Imaginemos que una empresa presenta un activo de 500.000 euros.
El activo está formado por todos los bienes y derechos que posee: dinero en caja o bancos, maquinaria, vehículos, edificios, mobiliario, ordenadores, mercancías almacenadas e incluso facturas pendientes de cobrar a clientes.
Es decir, es todo lo que la empresa tiene y que le generará beneficios en el futuro.
Por otro lado, el pasivo asciende a 320.000 euros.
Aquí se incluyen todas las deudas y obligaciones: préstamos bancarios, créditos con proveedores, pagos pendientes a empleados o impuestos que todavía no se han abonado.
En definitiva, es lo que la empresa debe a terceros.
Para calcular el patrimonio neto, restamos el pasivo al activo:
500.000 euros – 320.000 euros = 180.000 euros
Este resultado representa el valor real de la empresa para sus socios o propietarios.
Como el patrimonio neto es positivo, significa que, después de pagar todas sus deudas, aún quedarían 180.000 euros como respaldo propio.
Si, en cambio, el pasivo fuera mayor que el activo, el patrimonio neto sería negativo, lo que indicaría problemas financieros y la necesidad de tomar medidas para corregir la situación.
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