80.988 es el número exacto de personas que, durante el pasado año, decidió capitalizar el paro para montar su propio negocio, según datos ofrecidos por la Federación de Organizaciones de Profesionales, Autónomos y Emprendedores (OPA).
Un dato que revela la importancia que en los últimos años está cobrando el autoempleo como alternativa a la falta de oferta, tanto pública como privada, en un mercado laboral estancado y ante el que se abren dudosas expectativas de recuperación a medio plazo.
Así, y según el análisis del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE), de los más de 3 millones de autónomos que estaban afiliados en el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos en diciembre de 2013, el 2,63% estaba recibiendo o había recibido la capitalización de la prestación por desempleo, total o parcial, para poder establecerse o continuar como profesionales por cuenta propia.
Recordemos que el Pago Único o la Capitalización del Desempleo lo pueden solicitar aquellas personas que están desempleadas y quieran iniciar su propio negocio. Permite cobrar en un sólo pago todo o parte del importe pendiente de la prestación por desempleo para financiar la inversión inicial o el pago mensual de la cuota de autónomos.
El presidente nacional de OPA, Camilo Abiétar, incide en la necesidad de apoyar el autoempleo puesto que “se ha convertido en un factor muy importante de cara a la recuperación económica», al configurarse como uno de los mayores generadores de puestos de trabajo en nuestro país.
No obstante, y pese a que se trata de una alternativa que realmente puede ayudar en la lucha contra el desempleo y a la reactivación económica, es necesario valorar detenidamente las ventajas y desventajas de ser emprendedor.
Son muchas las voces que apuntan a que el futuro de la recuperación pasa por emprender, sí, pero es necesario aprender a emprender con responsabilidad, aprender a crear un mapa empresarial lo suficientemente sólido y estable para que pueda avalar un crecimiento sostenible de nuestra economía.
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