Blog
Cómo utilizar el principio de reciprocidad de forma efectiva en nuestra estrategia comercial
Claves para vender contenidos formativos por Internet siendo autónomoEmprender después de los 40: la puerta fría ya no existeLos efectos del Brexit para autónomos y pymes8 tendencias para modernizar tu ecommerce en 2017Autónomos, balance del 2010Un autónomo societario consigue cobrar el 100% de la pensión de jubilación activaModelo 368 de declaración del IVA en servicios electrónicosEl significado del trabajo en tiempos de crisis: 3 claves para la motivación ¡no tires la toalla!Las mejores apps para gestionar tu tiendaLa carga tributaria de las empresas españolas alcanza el 49%Cuáles son las principales ayudas al autoempleo en 20207 ideas de negocios ecológicos para emprender en la economía verdeLa cotización a tiempo parcial del autónomo bloqueada hasta 2019El Gobierno presenta el Kit Digital para autónomos y pymes¿Conoces con quién haces negocio? Comprueba el listado de morososLa cuota de autónomos de abril, marcada por la crisis del coronavirus y el cese de actividadSi no conseguimos inversión para emprender, ¿qué hacemos?¿Qué datos proporciona el CIF de una empresa?La entrada en vigor de la nueva ley de autónomos, un poco más cercaRecursos para emprender y crear una empresaCéntimo sanitario: el Tribunal europeo ilegaliza la tasa de los transportistas españolesLo que se está vendiendo online esta Navidad8 aspectos que debes conocer antes de emprenderArbitraje gratuito para resolver conflictos entre consumidores y pymesResumen de novedades en 2018 para autónomos y pymesMorosidad y problemas de financiación para autónomos

Cómo utilizar el principio de reciprocidad de forma efectiva en nuestra estrategia comercial

Actualizado el 12 de noviembre de 2021

2 minutos de lectura

Por Lilian

Si hace apenas un par de semanas analizábamos cómo utilizar el principio de escasez para aumentar ventas en nuestro negocio, hoy conoceremos cómo podemos aplicar el principio de reciprocidad de forma verdaderamente efectiva dentro de nuestra estrategia comercial.

Éste principio es uno de los seis que Robert Cialdini, en su libro ´Influencia, la psicología de la persuasión´ analiza como fundamental a la hora de influir en los clientes, junto con la escasez, la coherencia, la aprobación social, la simpatía y la autoridad.

Si piensas en la reciprocidad como en un principio económico, podría sorprenderte que se da realmente en el ámbito comercial y empresarial. Porque, en realidad, la reciprocidad no es un método lógico para aumentar las ventas. Se trata de dar algo cuando lo que quieres es vender algo. Si una persona te hace un favor, tendrás que devolverle el favor. No es algo lógico. Tendrías que buscar algo como maximizar nuestros propios intereses.

   
Imagínate que estás en una tienda y te preguntan: ‘¿Puedo ofrecerle algo para beber? ¿Un café, agua con gas, un refresco, mientras estás esperando?’ Parece un gesto de hospitalidad normal, nada excepcional. Pero no lo es. ¿Por qué no? Porque se basa en el principio de ‘ráscame tú que te rasco yo’. Es uno de los principios más elementales que existen en la cooperación entre personas. Es muy poderoso y genera vínculos, alianzas e incluso amistades.

Uno de los errores frecuentemente cometidos en la reciprocidad es tratar la reciprocidad como algo normal. Supón que escribes textos para clientes. Eres un copywriter. Tu cliente se te acerca con un problema. Te dice que inicialmente ya había firmado un proyecto para que le escribiera los textos de su página web otro copywriter, pero de repente éste ha tenido que ingresar en el hospital por algo urgente. Y te pregunta si tú podrías escribir los textos para la página web, pero, una cosa, tiene que ser en muy poco tiempo.

   
Respiras hondo y aceptas la tarea. Trabajas un par de noches y al final entregas los textos. El cliente te lo agradece mucho y respondes: ‘No es nada. Es parte de mi trabajo’. O: ‘Lo habría hecho con cualquiera’. O: ‘No te preocupes, estoy aquí a tu disposición’. Y le quitas importancia haciendo un gesto con la mano, como si se tratara de una tarea sencilla y sin importancia.

¿Por qué no es una buena respuesta? Porque te has ganado un cumplido. Y ahora tu cliente cree que es una reacción normal. Y la próxima vez te lo pedirá de nuevo y con muy poco margen de tiempo.

¿Qué es aconsejable hacer? Seguramente no decir: ´Sí, ahora me debes una, macho’. Provoca resistencia e indignación. Como lo que has hecho es algo especial, debes aplicar el principio de la reciprocidad y decir: ‘escúchame, tú harías lo mismo por mí’.

Es decir, según el principio de la reciprocidad, la misma persona o el mismo cliente haría lo mismo por ti.

El simple hecho de comunicar este mensaje puede marcar una gran diferencia. Por eso, la próxima vez que necesites un par de días adicionales para terminar un proyecto, aunque estés obligado a terminarlo a tiempo, podrías acudir a esa persona o a ese cliente y pedirle algo, porque ‘tú harías lo mismo por él’ y eso causa reciprocidad.

Imagen | FreeDigitalPhotos

Lilian

Web de referencia en información y servicios para autónomos emprendedores y pymes

La ventana a la actualidad
para emprendedores, autónomos y pymes

Únete a nuestros más de 300.000 suscriptores que ya están al día de todas las novedades y ofertas gracias a nuestra Newsletter

TE LLAMAMOS GRATIS

Nombre(Obligatorio)
Este campo es un campo de validación y debe quedar sin cambios.