Tras dos intensos días recorriendo los stands, ponencias y talleres de la IV edición del Salón MiEmpresa, un espacio de encuentro para emprendedores, ejecutivos de pymes y autónomos, o empresarios en busca de la internacionalización o interesados en vender o traspasar sus empresas, y celebrado los pasados 12 y 13 de Febrero en el Palacio de los Deportes, son varias las conclusiones y tendencias que hemos extraído sobre el sentir general del mapa del emprendimiento en España.
Un evento ideado para encontrar solución a las inquietudes de los que están empezando en temas tales como la puesta en marcha, la financiación, el desarrollo y consolidación, o la cesión o venta de empresas de aquellos que desean hacer negocio, y que ha acogido a una setentena de expositores y casi 150 ponencias, talleres y sesiones de networking, a cargo de grandes especialistas y directivos de empresas del sector tecnológico, empresarial, financiero, comercial y del marketing y la comunicación.
De ésta forma y bajo el lema “Alcanza tu meta“, la edición de éste año nos ha dejado un agradable sabor de boca al constatar que la actividad emprendedora en España está más viva que nunca, pero tiene los pies en la tierra y es capaz de hacer autocrítica y poner soluciones a las dificultades que, a día de hoy, encuentran los emprendedores para consolidar sus empresas.
Conclusión número uno (y quizá la más importante): Emprender sí, pero innovando y con mucho cuidado
A día de hoy se crean más empresas que nunca, pero la tasa de destrucción de éstas se ha incrementado a un ritmo mayor que la de creación. Las nuevas tecnologías e Internet han puesto a nuestro alcance herramientas y nuevas vías de negocio que hacen de la creación de empresas una tarea mucho más sencilla que hace unos años, con menos requerimientos de inversión inicial y mayores facilidades en la gestión.
Una tendencia que, sin embargo, puede convertirse en un arma de doble filo. Emprender por necesidad es cada vez más habitual y no siempre hay una buena oportunidad de negocio detrás. Muchas nuevas empresas son la crónica de una muerte anunciada desde el momento mismo de su puesta en marcha. Es por ello que se hace vital fundamentar nuevos proyectos en oportunidades de negocio reales, que atiendan a demandas reales y que encuentren un público objetivo que esté dispuesto a pagar por un producto o servicio antes de tirarse a una piscina vacía.
¿Y qué decir de la innovación? Un término tan manido que, en ocasiones, pierde su sentido. Pero innovar tiene tantas vertientes como oportunidades de negocio puede generar. Desde un producto o servicio innovador en sí mismo, a innovar en los procesos de producción, gestión, comercialización o promoción. En un tiempo donde hay sobre exposición a la información y a la publicidad y los mercados están saturados de productos y servicios copia de otros, el éxito y consolidación de las empresas pasa necesariamente por la innovación en cualquier ámbito.
Conclusión número dos: Las ideas en sí mismas no valen nada
Una afirmación que no viene a decir nada nuevo, pero que aún no ha calado hondo en la mentalidad de mucho emprendedores y empresarios que pecan o bien de desconfianza para solicitar el apoyo o consejo de terceros, o bien de un exceso de optimismo basándose sólo en lo maravillosa que es su idea.
Pero la clave del negocio exitoso es la forma en que ésta idea es llevada a cabo, el equipo humano que hay detrás, la planificación y gestión de su desarrollo y los recursos necesarios para llevarla a cabo. Si estás pensando en emprender porque tienes una gran idea, déjate asesorar, ratifica que existe una demanda real y un público interesado en ella y planifica cuidadosamente su cristalización en un negocio operativo.
Conclusión número tres: Internet es el futuro, pero no estamos tan preparados para la Era Digital como creemos
Parece que de tópicos se construye éste post y decir que Internet es el futuro es como discutir sobre el color de la leche. No obstante, y pese a que la mayoría de los nuevos emprendedores tienen claro que lo digital es la apuesta segura, no estamos tan preparados para ésta como creemos, y es que de los 2 millones de pymes que hay en España, sólo 20 mil están realmente preparadas para la era Internet
Estar en Internet no basta, la clave del éxito para luchar contra la crisis pasa por construir empresas completamente virtuales, en las que los servicios y productos estén completamente disponibles 24 horas al día 7 días a la semana y en las que el entorno y las relaciones dentro de la empresa sean flexibles y eficaces.
Conclusión número cuatro: El fracaso no existe, sólo es una forma más de aprendizaje
En una época en la que, como hemos dicho antes, el ritmo de destrucción de empresas crece día a día, el fracaso comienza a ser un término común entre muchos emprendedores. No obstante, y pese a la advertencia de que es necesario emprender con responsabilidad, el fracaso no es más que otra forma de aprendizaje, un método para detectar errores, afinar mejoras o hacer un replanteamiento total para comenzar desde cero.
Aunque el cierre de una empresa es un duro golpe profesional, financiero y emocional para cualquier emprendedor, las épocas de crisis y dificultad económica pueden ser también las épocas de las segundas oportunidades.
