Creativos, innovadores, con gran capacidad de aprendizaje y flexibilidad a la hora de emprender un proyecto. Son los «Knowmad» o esos nuevos profesionales del siglo XXI que han hecho de la tecnología su arma más eficaz para la creación de redes de contactos y nuevos conocimientos.
En término «knowmad» es el resultado de la combinación de «know» o conocimiento y «nomad» o nómada y acuñado por John Moravec. Designa a un nuevo perfil profesional, a trabajadores del conocimiento nómada que nacen al auspicio de la revolución de las TIC y la transformación del empleo y la estructura ocupacional, y en un contexto en el que las economías crecen generando valor a través del conocimiento y un modelo de competitividad basado en la innovación.
En medio de esta vorágine terminológica en torno a los emprendedores (y en torno a casi, cualquier práctica o perfil), es probable que no hayas escuchado antes este concepto o que, no sin razón, pienses que sólo es una forma «cool» de designar algo que vemos todos los días… y nada más lejos de la realidad.
Y es que cada vez es más usual encontrar a estos «knówmadas» en diversos entornos de trabajo. Se trata de un perfil marcado por una gran capacidad para ser flexibles y trabajar casi desde cualquier lugar y momento para una o varias empresas y/o proyectos, siempre y cuando sean capaces de aportar valor y sean, a su vez, correctamente valorados. Es aquí donde entra en juego su capacidad para crear redes de contactos y relaciones.
Los 10 rasgos que definen a un Knowmad
Tal y como podemos ver en la imagen que acompaña a este post, son 10 los rasgos que caracterizan a éstos «nómadas del conocimiento»
- Crean una marca personal en función de sus acciones o resultados. Tienen una forma muy personal de trabajar y un marcado «know how» que trasladan a los proyectos en los que colaboran.
- Son early adopter tecnológicos. Siempre a la última en la utilización de nuevos dispositivos, aplicaciones y gadgets a los que intentan sacar el máximo partido para la gestión de sus proyectos.
- Se encuentran en constante evolución, en especial en el mundo digital, donde es necesario reciclarse día a día. Además, esta evolución suele producirse de forma autodidacta.
- Tiene capacidad para resolver diferentes problemas en diferentes contextos y situaciones.
- Valoran la liberación del acceso a la información.
- No están limitados a una franja de edad determinada. Aunque normalmente suelen identificarse con profesionales entre los 27 y los 35 años, cada vez son más los jóvenes emprendedores, pero también los profesionales en horquillas de edad más elevadas que han adoptado ésta «filosofía de vida».
- Son creativos, innovadores, colaborativos y motivados.
- No carecen de él, pero controlan muy bien el miedo al fracaso. Su capacidad para reconfigurar ideas y proyectos minimiza, además, el riesgo de una caída en picado.
- Generan nuevos conocimientos, especialmente en el entorno digital, donde los comparte, generalmente, de forma libre.
- Son creadores de redes, especialmente online, y siempre están conectados a personas, ideas, movimientos… algo fundamental para poder desarrollar sus aptitudes.
Imagen | Pinterest