- Los perfiles altamente especializados serán los más demandados y la situación demográfica (y de economía global añado), harán que los perfiles profesionales se desplacen hacia los puestos de trabajo que más se ajustan a estas especializaciones. Ventajas para el autónomo: abrirse camino como especialista y acumulador de experiencia en campos emergentes del trabajo en sectores económicos donde los perfiles profesionales no están marcados por determinadas titulaciones o experiencias concretas sino que a priori corresponden con perfiles profesionales más difusos. Si nos posicionamos como expertos tendremos ventaja sobre el resto. No debemos olvidar toda formación especializada en nuestro sector que siempre contribuirá a que se valore más nuestro perfil.
- El cliente se hace sofisticado, aprende, tiene un mayor conocimiento de las cosas y es capaz de localizar los mejores servicios. Como proveedores de esos servicios debemos poner énfasis en aportar valor al cliente y mostrarle que somos su mejor elección. La especialización comentada anteriormente continúa con esta línea de acción diferenciadora.
- La tecnología cada vez más permite otras formas de hacer las cosas, mayor productividad e incluso mejores resultados. No debemos quedarnos atrás tecnológicamente y debemos mostrar que estamos en la vanguardia tecnológica como valor de nuestro trabajo.
El futuro del trabajo y el autónomo
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