En un entorno digitalizado donde las estrategias de marketing son esenciales para destacar y que más clientes elijan un producto o servicio que ofrezca un profesional por cuenta propia, la gamificación puede ser esencial.
Pero ¿en qué consiste realmente y cómo puede un autónomo o pyme utilizarla a su favor si tiene una web, una tienda online y utiliza las redes sociales para darse a conocer?
Vamos a verlo.
¿Qué es la gamificación?
La gamificación es una estrategia en la que se utiliza el juego para que las personas obtengan una serie de beneficios y, también, se involucren más con una marca concreta.
Por ejemplo, un juego de girar la rueda colocado en una página web con el que puedas obtener rascas con descuentos, premios o regalos es un incentivo para no solo fidelizar a los clientes, sino para atraer a muchos otros.
¿Qué puedes obtener con la gamificación si eres autónomo?
Puedes despertar la curiosidad de nuevos clientes, aumentar la visibilidad de tu producto o servicio, incrementar el engagement al conseguir que los usuarios interactúen, pero también diferenciarte de la competencia ofreciendo algo distinto y novedoso.
Beneficios para autónomos y pymes
Algunos de los beneficios de la gamificación para autónomos y pymes son:
- Mejora la experiencia del cliente. Pues ya no solo accede a la tienda online o a la web con las mismas opciones que les pueden ofrecer otras, sino que en este caso hay algo distinto que captará su atención y le ofrecerá ventajas.
- Fidelización de clientes frecuentes. Por ejemplo, se pueden ofrecer recompensas mayores por ser un cliente que haya hecho ya varias compras, lo que consigue mantener ahí a quienes son más asiduos.
- Métricas más interesantes. Al interactuar, recibir más comentarios, compartir una publicación, etc., esto mejora el número de visitas y de adquisición del producto o servicio que ofreces.
¿Cómo aplicar una estrategia de gamificación en tu negocio?
Para aplicar una buena estrategia de gamificación en tu negocio te recomendamos seguir estos pasos:
- Definir los objetivos: aumentar la interacción con los seguidores, fidelizarlos, conseguir más clientes, etc.
- Conocer a tu público: quién es, qué lo motiva, cuáles son sus necesidades e intereses, entre otros.
- Diseñar la mecánica del juego: el tipo de juego que usarás (una ruleta, por ejemplo, o resolver un acertijo) y su recompensa.
- Planificar en qué canales estará disponible: puede ser la web, redes sociales, newsletter, lo que le venga mejor a tu negocio.
- Medir y ajustar: al lanzar esta estrategia es fundamental medirla para saber si está funcionando o hay que hacer cambios.
Ejemplo de aplicación de una estrategia de gamificación
Y ahora vamos con un ejemplo de este tipo de estrategia:
Eres un autónomo que imparte clases de yoga a través de una aplicación.
Lo que puedes hacer es crear un reto de 30 días con el que cada participante pueda acumular puntos si va completando cada día con una práctica de yoga.
Si hay un día que no asiste a clase, pierde sus puntos.
El objetivo es conseguir un número de puntos determinado para, por ejemplo, recibir una esterilla gratis, un año con acceso a todas las funcionalidades de la aplicación totalmente gratis, entre otras opciones que puede haber.
La gamificación es, por tanto, una estrategia más para conseguir un objetivo.
Así que, en un mundo digitalizado tan competitivo, puede que esta opción te funcione bien.
Sácale partido, personaliza el juego y mide los resultados.
Así, conseguirás que tu producto o servicio llegue a más personas que lo necesiten.
