Muy a pesar nuestro otro año más los autónomos vemos cómo desde el 1 de enero de 2016 sube de nuevo la cuota de autónomos un 1% de acuerdo a lo aprobado en los presupuestos generales del Estado.
La base mínima de cotización de los autónomos, que es por la que cotiza el 86% del colectivo, se sitúa finalmente en 2016 en 893,10 euros, en total 10.717,2 euros anuales. Lo que conlleva una cuota mínima mensual de 267,04 euros en lugar de los 264,44 que veníamos pagando en 2015, en total 31 euros más al año. En el caso de los autónomos societarios, la cuota sube aproximadamente hasta 318 €.
La base máxima de cotización sube también un 1%, pasando de 3.606 a 3.642 euros mensuales.
Hay que recordar que la base de cotización es el sueldo “teórico” que se fija el autónomo para determinar su aportación a la Seguridad Social, independientemente de lo que ganemos o no, y que al existir un mínimo, eso quiere decir que estamos obligados a cotizar por un sueldo mínimo aunque realmente no lo estemos cobrando.
Además, condiciona las prestaciones que puede recibir un autónomo en situaciones de desempleo, baja por enfermedad, baja por accidente, y muy especialmente, en caso de jubilación. A la larga, si no somos capaces de incrementar nuestros rendimientos y nuestra base de cotización, la prestación de jubilación estará un poco ajustada para cubrir las necesidades básicas.
Esta subida, habitual en los últimos años, reabre el debate sobre la cuota de autónomos en dos sentidos.
Por una parte, sobre la conveniencia de estas subidas, ya que en los últimos 5 años la cuota de autónomos ha subido un 5% cuando los ingresos de la mayoría de los autónomos han decrecido y cuando la inflación en 2014 fue negativa y en 2015 ha finalizado el año a cero. Es decir, supone un mayor esfuerzo, algo que no contribuye precisamente ni a mejorar la posición de los autónomos ni favorece que puedan crear empleo.
Y por otra sobre la conveniencia de implantar un sistema progresivo de cotización para los autónomos. De hecho, son muchos los profesionales autónomos y colectivos que lamentan que las cotizaciones de los autónomos a la Seguridad Social se ciñan a un porcentaje fijo y no progresivo en función del rendimiento de la actividad y que no exista una exención de cuota para los que ganan menos que el salario mínimo.
De hecho los partidos políticos más votados en las elecciones del pasado 20 de diciembre apuestan o dejan abierta la puerta a una reforma en este sentido, lo que nos hace pensar que en 2016 pueda llegar a ser realidad.
Así, el PP contempla en su programa un sistema para que los autónomos tengan más flexibilidad y capacidad de elección de sus cotizaciones. El PSOE propone que la cotización de los autónomos se haga en función de sus ingresos y de forma trimestral en vez de mensual. Ciudadanos apuesta por eliminar el sistema de cuota mínima a pagar la Seguridad Social y, así, establecer un porcentaje que pueda crecer con la facturación. Por su parte, Podemos propone cuotas «justas» para los autónomos y progresivas en función del rendimiento neto. Para Unidad Popular, los autónomos que únicamente trabajen «unos días» durante un mes no deberán abonar la cotización mensual y UPYD propone un sistema de cotización a la Seguridad Social.