Trabas burocráticas para crear empresas, problemas de liquidez derivados de la obligación de adelantar el IVA y el pago de la cuota de autónomos, alto índice de morosidad por parte de las administraciones públicas… éstos fueron algunos de los temas clave tratados en la última entrega de «Salvados«, un programa en el que Jordi Évole tomó como protagonista la difícil situación que a día de hoy atraviesan autónomos y emprendedores en España y que puso en el punto de mira el papel de las grandes empresas en el mercado y las actuaciones del Gobierno en esta materia.
Una entrega que si bien sirvió para mostrar la verdadera problemática a la que se enfrentan muchos pequeños emprendedores y autónomos en nuestro país, daba quizá una visión demasiado descorazonadora sobre el mapa del emprendimiento en España y que, en cierta medida, obviaba una diferenciación básica que, nos guste o no, determina una necesidades u otras.
Y es que no es la misma situación la de aquellos autónomos que trabajan por cuenta propia como una alternativa de autoempleo, como la de aquellos emprendedores que tienen entre manos un concepto de empresa con perspectivas de crecimiento y cuyas preocupaciones financieras o laborales distan de la de los primeros.
Hecho el matiz, y bajo el título «#emperdedores», una cabecera que generó bastante controversia entre algunas organizaciones de emprendedores por los tintes negativos que ésta desprende, Évole charló animadamente con Alejandro Vesga, director de la revista ‘Emprendedores‘, sobre los grandes problemas que dificultan la creación y consolidación de empresas en España, y entre los que destacan la obligación de adelantar el IVA aún cuando las facturas no han sido cobradas o la cuota de autónomos a pagar, cuyo abono se realiza con independencia de si se factura o no; o las ingentes cantidades de trámites a realizar con la Administración para la puesta en marcha de algunas actividades.
Temas que han sido ampliamente demandados por los colectivos de autónomos en los últimos años y que se han recogido en la batería de medidas anunciada por el Gobierno durante el último debate sobre el Estado de la Nación, algunas de las cuales ya han sido puestas en marcha, aunque será necesario esperar a que estén cien por cien operativas para constatar su efectividad.
Además del título, otro de los elementos objeto de polémica fue la larga entrevista mantenida con el actual presidente de la CEOE, Joan Rosell, durante la cual se trataron temas como la ingeniería fiscal que muchas empresas hacen para evitar tributar como debieran. Una entrevista, además, llena de contradicciones, en la que el empresario pedía «una legislación clara para que todas las empresas tributen, poco, pero que tributen», para, minutos después, afirmar que «buscar una mejora fiscal en otros países no es ir en contra de España«, refiriéndose al caso de Inditex, empresa que hasta hace unos meses tributaba en Irlanda los beneficios de sus ventas online.
En definitiva, el #emperdedores del pasado domingo pudo haber sido una excelente vía para mostrar las dificultades a las se enfrentan los autónomos, pymes y emprendedores españoles, que ya representan en torno al 90% del tejido productivo de nuestro país, ofreciendo una nueva visión del mapa del emprendimiento, animando a emprender de otra forma y reiniciando España con una nueva mentalidad emprendedora, ya que es de la mano de pymes y emprendedores de donde vendrá la la generación de riqueza y la recuperación del empleo capaz de reactivar nuestra economía.