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Cómo iluminar una oficina: Tus ojos (y tu dolor de cabeza) te lo agradecerán

Actualizado el 20 de enero de 2025

3 minutos de lectura

Por Estefanía

Dolor de cabeza, vista cansada, falta de concentración… ¿te suena? Si trabajas durante horas frente al ordenador, leyendo informes, editando o diseñando probablemente este sea tu pan de cada día. Estos son sólo algunos de los síntomas que se derivan de un espacio de trabajo con una iluminación deficiente… y no son los peores, de ahí la importancia de aprender a iluminar una oficina.

De hecho, este fenómeno, el de la fatiga visual, responde al término médico de astenopia, y se manifiesta de diferentes maneras:

  • Visuales: Visión borrosa, lagrimeo, fatiga, fotofobia, visión doble.
  • Oculares: Dolor ocular, sensación de arenilla, sequedad, rojez, sensación de quemazón, pesadez.
  • Sistémicos: Dolor de cabeza, náuseas, vértigo.
  • Musculoesqueléticos: Rigidez o dolor en hombros, cuello, espalda, brazos, muñeca y mano.
  • Cutáneos: Sensación de quemazón o picor en la cara, eritemas, cara rojiza, hinchazón, rosácea.

Las causas de la fatiga visual son diversas y, en la mayoría de los casos, evitables: un lugar de trabajo mal iluminado, una resolución de la pantalla deficiente, reflejos y brillo excesivos, mala ventilación, excesivo número de horas sin realizar pausas, estrés, etc…

Recuerda que una de las principales causantes de la astenopia es la exposición prolongada a monitores y pantallas retroiluminadas, como ordenadores y televisiones, pero también tablets o smartphones. Si a esto le sumamos un entorno de uso mal iluminado, la mezcla es explosiva. Ahora echa la cuenta de las horas que pasas al día frente a estos dispositivos… y encontrarás la respuesta a ese dolor de cabeza incesante.

Mi intención no es asustarte, pero si padeces alguno o varios de éstos síntomas de forma más que habitual, quizá sea el momento de plantearte de qué forma está iluminada tu oficina, cuántas horas pasas frente al ordenador y qué puedes hacer para solucionarlo.

Afortunadamente, nos hemos puesto en contacto con los expertos de Viking, una de las empresas líder del mercado en equipamiento para oficinas, y nos han dado unas cuantas ideas prácticas para iluminar una oficina de la forma correcta.

Iluminar una oficina correctamente en 3 pasos:

  1. Planifica el diseño de la iluminación

No todas las oficinas, espacios y actividades tienen las mismas necesidades de iluminación. Por ello, a la hora de iluminar una oficina, deberás determinar qué actividad se realizará en cada espacio y durante cuanto tiempo.

Además, antes de diseñar la orientación de los puestos de trabajo y la iluminación de cada uno, deberás tener en cuenta si existe o no iluminación exterior a través de ventanales o claraboyas y contar con que esta varía en función de la hora del día. Siempre es bueno llegar al adecuado equilibrio entre la luz natural y la artificial, combinando ambas. Si embargo, no es recomendable que la luz solar llegue directamente a los puestos de trabajo, ya que provoca reflejos y deslumbramientos.

  1. La iluminación general:

Para la iluminación general de la oficina podemos optar por lámparas de techo de luz fluorescente. Otra posibilidad es aplicar halógenos que nos permiten conseguir un ambiente más natural y cálido por la tipología de luz que aportan, aunque las luminarias blancas son ideales para los espacios de trabajo, ya que incrementan la concentración y productividad del colaborador. Lo contrario ocurre con las luces de tono amarillento, que crean ambientes cálidos e inducen al relax.

La iluminación del techo debe estar ubicada a los costados del puesto de trabajo y en lo posible dirigida oblicuamente. Es decir, la vista dirigida hacia la pantalla de la computadora debe ser paralela a los focos de la luz.

  1. La iluminación de los puestos de trabajo:

Para la zona del puesto de trabajo, lo ideal es colocar lámparas de luz difusa dirigidas a las paredes y que iluminen la zona posterior, para así reducir el contraste entre sombras y luces de la pantalla del ordenador y evitar deslumbramientos o contraluces.

Una lámpara de mesa de potencia adecuada es una buena opción para iluminar la mesa de oficina. Lo más recomendable en este caso es optar por las fluorescentes, que emiten menos calor que las incandescentes tradicionales, apenas se calientan y su vida es mucho mayor. Aquí tienes una selección de lámparas que pueden inspirarte y escoger lo más adecuado para tu puesto de trabajo.

Recuerda proyectar la por el lado correcto, es decir, por el lado opuesto de la mano que escribe. Si la mesa es amplia, deberemos desechar la idea de utilizar halógenos y optar por lámparas incandescentes.

Como ves, iluminar una oficina correctamente no es una tarea para nada complicada. Si a esto le añades unos buenos protectores de pantalla para tus monitores y algunos hábitos saludables (hacer descansos de 10 minutos por cada hora frente al ordenador, mantener una posición correcta en la silla o controlar los niveles de humedad del entorno), estarás preparado para decirle “adiós” a tu fatiga visual.

Imágenes | Viking

Estefanía

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