En escena, un joven que ve en el espectáculo una oportunidad de negocio (no se equivocaría) pero no tiene el suficiente dinero para restaurar el edificio.
Un inversor anónimo, amante de las bellas artes, aporta el capital. A cambio, exige un porcentaje de las ganancias de las próximas recaudaciones. Se convierte, de este modo, en el primer “ángel inversor” de la historia.
Mucho ha llovido desde entonces, pero la figura del “business angels” no ha dejado de crecer desde entonces. Hasta el punto de que tan solo en Europa, en el año 2017, se produjeron inversiones de este tipo por un valor de más de 7,3 billones de euros.
Empresas como Amazon, Skype, Google o Starbucks contaron un “business angels” para empezar a caminar. ¿Por qué la tuya no?
Qué es el “business angels”
Esta figura en expansión es la de una persona que, sin tener relación alguna con el empresario, decide invertir capital propio para poner en marcha o potenciar su negocio. Se trata de una persona física (o jurídica) que se involucra en el proyecto de otro, normalmente en las primeras fases de creación, con el fin de obtener una ganancia (ya sea en capital o en participación dentro del negocio) en un futuro. La diferencia con un mecenas es que no solo aporta dinero, sino que también ayuda con su experiencia al nuevo empresario. Hablamos de alguien que:- Invierte su propio dinero.
- Toma sus propias decisiones de inversión.
- Invierte en empresas cuyo promotor es desconocido.
- Busca rentabilizar su inversión, pero entre sus motivaciones también está involucrarse en el proyecto desde sus inicios aportando sus conocimientos expertos y su red de contactos.
Criterios de inversión para el “business angels”
No existe un criterio único de inversión para el “business angels”. De hecho, existen tantos criterios como inversores, ya que, al no buscar solo la rentabilidad de la inversión, cada quien tiene sus propias motivaciones para poner capital en una u otra empresa. Lo normal es que antes de aportar el dinero, examinen de manera minuciosa el plan de negocio. ¿Y esto qué es? Pues un documento escrito que sirve para analizar en detalle una idea de negocio y que cumple las funciones:- Identificar, describir y concretar de manera detallada la idea de negocio.
- Examinar su viabilidad técnica (¿se puede realizar?), comercial (¿se va a vender?) y financiera (¿va a ser rentable?).
- Planificar las estrategias a seguir, los pasos a dar y los recursos a utilizar para convertir esa idea de negocio en una empresa en funcionamiento.
- Que el negocio se desarrolle en determinado sector, normalmente el tecnológico es el más solicitado.
- El propio potencial que demuestren los promotores de la idea tanto para ser tutelados como para generar beneficios de la misma.
- El retorno de la inversión en un tiempo determinado.
- La posibilidad o no de ser propietario de parte de las acciones de la empresa, etc.
