¿Qué ocurre cuando un autónomo se queda sin trabajo? Si para un trabajador por cuenta ajena ésta es una situación difícil en estos momentos, lamentablemente para el colectivo de trabajadores por cuenta propia se trata de una situación casi traumática. De hecho, el cese de actividad o lo que es conocido como «paro de los autónomos« es una prestación relativamente reciente y que tampoco está dando los resultados esperados.
Ya hemos hablado en diferentes ocasiones en este mismo blog sobre los motivos por los que el cese de actividad no es capaz de proteger al autónomo de forma realmente eficaz: las dificultades para acreditarlo, el carácter voluntario del mismo, la obligatoriedad de cotizar por él de forma obligatoria…
Pero el problema va más allá. ¿Qué ocurre cuando acaba la prestación? Pues nada. Los pocos, llamémosles «afortunados», que han conseguido cobrar la prestación por cese de actividad se encuentran, igualmente, en situación de desprotección total una vez acaba el periodo de cobro que les corresponde.
Las desigualdades del Plan Prepara
Mientras que los trabajadores por cuenta ajena sí tienen derecho a acceder al “Plan Prepara”, es decir, la ayuda de 400 euros que se concede a los desempleados que han agotado los subsidios y prestaciones, los trabajadores por cuenta propia no cuentan con ella una vez han agorado «el paro»
Por ello, el colectivo de autónomos y, en concreto, el presidente de ATA, Lorenzo Amor, solicitó el pasado que los autónomos que hayan cobrado la prestación por cese de actividad tengan también acceso al Plan Prepara.
La mejora del cese de actividad… y los recortes
Y ahora, una de cal y otra de arena. Hace apenas un par de semanas el Ejecutivo mejoró notablemente las condiciones para acreditar el cese de actividad, ya que sólo será necesario alegar un 10% de pérdidas anuales, y no un 30% de los ingresos en un año completo o superiores al 20% en dos años consecutivos y completos, como era obligatorio hasta ahora.
Por su parte, los autónomos que cotizan por el sistema de módulos sólo deberán justificar un 10% de pérdidas contables para poder acceder a la prestación, es decir, la constatación de un 10% menos de ingresos que de gastos.
Sin embargo, la reforma de la prestación por cese de actividad de los autónomos tampoco ha cumplido con las expectativas: las mutuas rechazan el 75% de las solicitudes que reciben, por lo que sólo uno de cada cuatro de los autónomos que cierra su negocio recibe la prestación.
A esto se suma el recorte en la partida destinada a financiar los subsidios por desempleo prevista en los Presupuestos de 2015. Así, el gasto programado para hacer frente al pago de las prestaciones por cese de actividad desciende un 15% con respecto a la partida de este año, y se coloca en 19,84 millones de euros, un hecho que tampoco ayuda a aquellos profesionales independientes que se han visto obligados a cerrar sus negocios.
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